Lo más normal en España es que la industria láctea pasterice la leche para hacer queso. Y nos parece lo más normal y lo más higiénico eso de llevar a 75 grados la leche. Con ello se matan todas las bacterias malas y, también, las buenas, vivas, beneficiosas y sabrosas. También parece lo normal tomar leche uperizada que no sabe a nada, atún con casi todo como si fuera lo más común y no un pez salvaje al que hay que cuidar, un pan «recién hecho» en la gasolinera y un croissant a la plancha que sabe a plancha.
Así, con normalidad democrática.
El post completo en Tinta de Calamar.
¿Por qué no «pasteurizar»?
La RAE también lo acepta sin «u», http://lema.rae.es/drae/?val=pasterizar Olvidando a Pasteur en la escritura, no en la pronunciación 😉
¡Cuánta razón, Yanet!. Acostumbramos a nuestro paladar a sabores falsos hasta el punto que luego no soportamos el sabor de la leche de vaca o nos parece intenso el sabor del pescado azul preferiendo la insulsez del blanco rebozado en barritas sintéticas o nos resulta molesto encontrar pulpa en el zumo natural y le añadimos azúcar a tutiple porque no se parece al «de bote» que estamos acostumbrados y así un largo etcétera.
Una pena.
Besos naturales
Y tanto Liacice, y tantas otras cosas!