La novela, ¿una herramienta de coaching?

Publicado: 27/01/2014 en Literatura y gastronomía, The Foodie Studies
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coaching y literatura

Tengo la curiosidad del periodista acrecentada por la del escritor y el jueves pasado me apunté a un curso de coaching. Como profesora intento aplicar algunos de los preceptos del coaching a la docencia, porque creo que los profesores somos en muchas ocasiones guías para los alumnos que quieren hacer cambios en su vida que les permitan conseguir sus metas.

Enrique Jurado de D’Arte Coaching y Formación Artesanal fue el guía de esta clase de introducción a este «arte» como le gusta decir a él, mediante el que  se consigue ayudar a las personas a crecer, a superar esa zona de confort que en muchos casos nos deja inmovilizados, para llegar a la de aprendizaje, en la que se consigue que el ser crezca.

Entre casi los 4o alumnos que asistimos, había una gran rama de profesiones, desde masajistas, informáticos, periodistas o militares. Incluso coincidí con otros tres profesores universitarios, preocupados también por ayudar a su alumnado. Y es que el coaching se puede aplicar a cualquier plano, recuerdo incluso que el equipo del restaurante Mugaritz trabajó con un coach y que el cocinero Paco Roncero tuvo a su entrenador personal como coach en su camino para ponerse en forma. De hecho, hay coaches nutricionales también. Sin embargo, el corazón me hizo tilín cuando escuche la profesión de otro compañero de clase, Raúl Jiménez: escritor.

Raúl es autor de la divertida sátira, Yo, Gandul, y mientras hablaba pensé que quizás estaba allí también porque la novela es una herramienta de coaching. En ella, son muchas las ocasiones en las que los personajes comienzan en un estado de confort que ya no pueden soportar -algo que crea gran empatía pues es una situación que el lector o ha vivido o está viviendo- y página a página van cambiando hasta conseguir una evolución -que es desde luego la ilusión de quienes leemos una novela, que el personaje cambie, llegue a algún lado.

Así que, bien para escritores o bien para quienes quieran salir de la inercia de la zona de confort, les dejo algunas frases de nuestro profesor:

«Los cambios no se piensan, se hacen».
«La suerte es una actitud».
«Lo que no se puede cambiar se puede reencuadrar».
«Arriesgado es no arriesgar».
«No es entusiasmo sino serenidad lo que hay q tener para tomar una decisión de cambio».
Y para todos aquellos que se quieran dedicar al coaching, adelante, porque trabajo hay.
comentarios
  1. Raúl Jiménez dice:

    La verdad que está muy acertado eso que dices. En cualquier ficción si el personaje es plano nos decepciona, lo mismo debería ser en la vida real, pero resulta que es al contrario, si alguien permanece haciendo toda la vida lo mismo, más aburrido que un mono y viendo a la misma gente durante diez quinquenios le dan un reloj de oro… Jajajajaja ¡Porca vida!

    • Yanet Acosta dice:

      Jjajajja, lo que favorece la sociedad es lo que nos mata. Así que el reloj de oro para cretinos que se vean envejecer aburridos como monos. Los demás a gozar de los cambios. La vida es la novela. 😉

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