El 18 de octubre de 2003, Manuel Vázquez Montalbán murió en el aeropuerto de Bangkok. Hace poco fui a cumplir uno de mis sueños, visitar esa ciudad que le inspiró una novela por la que guardo un gran cariño, Los pájaros sobre Bangkok y en la que murió. Recorrí los pasos que Carvalho recorrió en la novela, tras los que siempre me parecía ver la mirada de Vázquez Montalbán. En el hotel The Dusit Thani, aún se podía oler el humo de uno de sus puros. Entonces, brindé por la caída del régimen con un whisky Mekong.
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Un mes para recordar…11 años en que MVM dijo adiós en Bangkok
Publicado: 22/10/2014 en Manuel Vázquez Montalbán10 aniversario de la muerte de Vázquez Montalbán y 38 años de vida de Carvalho
Publicado: 18/10/2013 en Manuel Vázquez MontalbánEtiquetas:Manuel Vázquez Montalbán, pepe carvalho, tatuaje
Soy una melancólica nata. Me gusta recordar los aniversarios y el de Vázquez Montalbán no se me olvida. Hoy hace diez años que vio por última vez Los pájaros sobre Bangkok. Pero también cumple aniversario el fascinante inspector que creó. Carvalho apareció en una primera novela: Yo maté a Kennedy, pero el personaje aparece por primera vez como investigador privado en Tatuaje. El misterio está escrito en la piel del ahogado cuya muerte debe esclarecer:
«He nacido para revolucionar el infierno»
Y cuando abres el libro te encuentras con el pasaje en el que Bromuro, contrapunto al investigador en esta novela, se encuentra con:
«la confirmación en la prensa diaria de todas sus prevenciones hacia los alimentos. La preocupación ecológica y consumidora había tenido en él a un esforzado profeta jamás reconocido por los teóricos de nuevo y más alto cuño. Ya no se limitaba el limpiabotas a denunciar a los pies de sus clientes la conspiración antierótica del bromuro disuelto en las aguas, en las bebidas refrescantes y en el pan industrial».
Y confirmas que lo escrito cuando supera los años es porque refleja una actualidad criticable y denunciable.
Así que hoy toca brindar con sorbitos de Singapur Sling por una muerte (y a lo mejor, no tanta, porque quizás esté revolucionando el infierno) y por un renacimiento, el de Pepe Carvalho.
Por cierto, esta novela, fue llevada al cine por otro inolvidable que se fue este año, Bigas Luna. Aquí puedes verla.
La última vez que MVM fue a elBulli
Publicado: 12/03/2013 en Ferrán Adrià, Manuel Vázquez MontalbánEtiquetas:gastronomía, Literatura, Manuel Vázquez Montalbán, novela negra
«Era conciso y potente. Preciso en la administración de la palabra. El mejor atributo de un escritor».
«Lo hemos conseguido».
Hace 9 años, sobrevoló Bangkok desde Cala Montjoi
Publicado: 18/10/2012 en Manuel Vázquez Montalbán, Restaurantes y críticas gastronómicasHoy es el aniversario de la muerte de Manuel Vázquez Montalbán (MVM) y tengo ganas de recordarlo en sus libros, que, al fin, es lo que queda. Por eso hoy escribo en el blog de la Cadena Ser su recuerdo, que sigue siendo inspiración.
MVM, cenizas gourmet
“El gourmet jamás olvida el nombre del muerto”, fue la gran frase con la que comenzó el ensayo Contra los gourmets, el escritor Manuel Vázquez Montalbán. Y ni el gourmet ni el lector han olvidado a quién dio vida a Pepe Carvalho.
Su inspector gourmet. El que nació con la muerte de Kenedy y con el que creció MVM hasta que, el 18 de octubre de 2003, murió en el aeropuerto de Bangkok. Tuvo una muerte de novela y un entierro gourmet: sus cenizas fueron esparcidas en Cala Montjoi, donde se encontraba el que fue considerado como mejor restaurante del mundo, elBulli. El tiempo ha pasado y de aquel restaurante quedan las ascuas, pero lo creado, creado queda; y lo escrito, aún más. Y de MVM quedan frases brillantes que inspiran, que enseñan, que ríen. Frases que piensan y hacen pensar, especialmente aquellas en las que la gastronomía es la excusa. Frases que se escriben en presente porque siguen vivas, como que “la cocina es una metáfora ejemplar de la hipocresía de la cultura”. En sus frases se encuentran múltiples mensajes y en sus párrafos, múltiples pensamientos que pueden ir del servicio del vino a la historia, la política o la crítica de restaurantes. En una de sus novelas más aclamadas, Los mares del Sur, con la que consiguió el Premio Planeta, cuenta mil cosas en tan sólo un párrafo de pensamiento de Carvalho: “Hoy ya no se puede creer en la liturgia del vino desde que algunos gourmets se han pronunciado contra el tinto chambré y defienden el tinto frío […]. La raza degenera. Las civilizaciones se hunden el día que empiezan a cuestionar lo incuestionable. El franquismo comenzó a hundirse el día en que Franco empezó a decir: ‘No es que yo’… Un dictador no puede empezar jamás a hablar con una negación”. Y de este pensamiento salta a otro a través de su alter ego, Pepe Carvalho: “Bebió cuatro jarras del Jumilla de la casa, pidió la receta de las berenjenas para darse una vez más cuenta de que si la guerra de los Treinta Años no hubiera sentenciado la hegemonía de Francia en Europa, la cocina francesa a estas horas padecería la hegemonía de las cocinas de España. Su único patriotismo era gastronómico”. Otro de los grandes momentos escritos en la novelesca, negra y gastronómica vida de Carvalho se encuentra en Tatuaje. Aquí regala La fisiología del gusto de Savarin a Teresa, que no sabe qué hacer con él, y en ese momento ella le pregunta: -¿Qué eres tú? ¿Un poli? ¿Un marxista? ¿Un gourmet? Y la respuesta cae como un verdadero apotegma: -Un ex poli, un ex marxista y un gourmet. O sea, únicamente es gourmet, como MVM. Por eso, para celebrarlo, le sigo leyendo en compañía de un Singapur Sling mientras imagino los pájaros sobre Bangkok.
(Publicado en Cadena Ser, 18/X/12)
Yo maté a Kennedy: la primera novela de Pepe Carvalho
Publicado: 23/11/2011 en Literatura y gastronomía, Manuel Vázquez MontalbánSiempre hay una buena excusa para recordar a Pepe Carvalho. El 22 de noviembre se cumplieron 48 años del asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy. En 1972, Manuel Vázquez Montalbán publicó Yo maté a Kennedy, con el subtítulo «Impresiones, observaciones y memorias de un guardaespaldas». Y ese guardaespaldas es Pepe Carvalho.
Es emocionante y descacharrante el comienzo de esta novela, con Pepe Carvalho hablando de tú a tú con Jacqueline Kennedy y pidiéndole un dólar. Con la misma soltura se despacha el gallego con el presidente y con sus familiares. De hecho, hasta Edward Kennedy le estampa un beso en la sien (con gran entusiasmo).
Entre las frases negras de esta novela me quedo con:
Aprender a matar fue lo más difícil. Las vacilaciones, decía el profesor, generalmente no proceden de una repugnancia natural, sino cultural. El profesor no era alemán, como ustedes podían haber supuesto. Era un ex relojero suizo que había obtenido su sabiduría en la directa contemplación de la naturaleza.
Aunque aún no es el gourmet que sería, Carvalho ya apunta maneras (sobre todo, políticas):
Ante un café espeso, rodeado de jóvenes estudiantes que salían del Hospital General cercano, en el aire agror de vinagre y solaje de pescado enharinado y frito, reflexioné sobre mi condición social. Repasé, atónito, la lista de cosas que debía pagar en los próximos quince días. Busqué un culpable y no lo había. Era una mecánica vital. Doscientas voces de diccionario ilustrado equivalían a tres plazos del televisor, un alquiler, seis bragas de plástico para la niña, tres bistecs de unos ciento veinte gramos, dos kilos de patatas, dos de naranjas, una cajita de nuez moscada en polvo, una revista ilustrada, diez duros a la portera por vaciar cotidianamente nuestro cubo de la basura, dos sesiones cinematográficas para dos personas, una botella de whisky tamaño petaca. Y no, no llegaba para pagar el plazo en la librería.
Yo maté a Kennedy pasó sin pena ni gloria, según el propio Montalbán, quien aseguraba que, en definitiva, el asesino es siempre el escritor.
Singapur Sling: Sorbos de melancolía por Pepe Carvalho y MVM
Publicado: 18/10/2011 en El Chef ha muerto, Manuel Vázquez MontalbánEl 18 de octubre de 2003 murió Manuel Vázquez Montalbán en Bangkok (Tailandia). Con su muerte, también nos quedamos sin Pepe Carvalho. Muchos recordamos esta fecha con total precisión, como si fuera un día señalado por un golpe de Estado o algo así.
Ese día estaba en casa bajo mínimos, atacada por un cólico nefrítico, aferrada a un libro de Carvalho para olvidarme del dolor: Los pájaros de Bangkok.
Hoy, cinco años después, algunos queman libros en su memoria. Yo prefiero brindar. Y hoy con Singapur Sling, una mezcla de ginebra, licor de cereza, zumo de limón y soda. La leyenda dice que este cóctel se creó en el hotel Raffles de Singapur a manos de un barman chino durante la Primera Guerra Mundial. También cuenta que Joseph Conrad y el también novelista William Somerset fueron hasta Singapur, sólo por tomar este cóctel. Pero todo esto da igual, lo importante es que Pepe Carvalho lo disfrutó, sobre todo, en Bangkok.
Quizás por eso, los primeros sorbos transmiten pura melancolía.
Singapur Sling
Ingredientes
6 partes de ginebra
2 partes de brandy de frambuesa
2 partes de zumo natural de limón
1 cucharada de granadina
Soda
Preparación
Mezclar en una coctelera con hielo todos los ingredientes, excepto la soda. Después de agitar bien, servir en una copa que se completa rellenando con soda.
Chupinazo sanferminero en Barcelona: El Chef ha muerto
Publicado: 07/07/2011 en El Chef ha muerto, Manuel Vázquez MontalbánEsta tarde a las siete en La Central de Barcelona (C/Mallorca, 237), el cocinero Joan Roca de El Celler de Can Roca presenta «El Chef ha muerto».
Es como el chupinazo sanferminero: presentar una novela negra gastronómica en una ciudad de chefs y gourmets. Y en una ciudad de amantes de la literatura negra y de escritores que introdujeron este género en España, como Manuel Vázquez Montalbán, Andreu Martín, Francisco González Ledesma.
Y por respeto, esta mañana me he paseado pidiendo permiso al espíritu de Vallvidrera, donde vivía Carvalho.
El otro Millenium: Milenio Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán
Publicado: 17/06/2011 en Literatura y gastronomía, Manuel Vázquez MontalbánSi hay un autor de novela negra gastronómica ese es Manuel Vázquez Montalbán (MVM). Lo leí tarde, al borde del cambio de siglo, cuando me empecé a aficionar vorazmente por la gastronomía. Comencé con «Los pájaros sobre Bangkok» y después devoré todo hasta «Milenio Carvalho». Y su obra, más que inspirarme a comenzar a escribir (con eso ya contaba desde mi adolescencia gótica y Edgar Allan Poe), siempre me llevó a viajar. De hecho, sigo teniendo pendiente el Singapore Sling en el Hotel Raffles de Singapur.
Del primer libro (Rumbo a Kabul) recuerdo los sabores italianos con los que comienza: bucatini a la griglia y gnocchi alla romana. Entre cucharada y cucharada aparece Carlo Petrini -cuando en España aún no lo conocíamos- hablando de la defensa de la vaca chianina. Todo un visionario, MVM.
De Turquía se me quedó el sabor de los corazones de alcachofa o lakerda y el anisado del raki. De Rusia, la mafia del caviar me llevó a pensar en la comida ilegal. De la India me quedé con la fascinación por sus panes: chapati, nan y paratha.
En la segunda entrega «Milenio Carvalho. En las Antípodas» se queda en mi memoria la experiencia de Biscuter como cocinero en un crucero. Sus platos catalanes y su pericia para dar la vuelta a unas sobras.
El chimichurri y el asado, la feijoada y hasta el cus cus. Pero, sobre todo, el aroma del cilantro en los mercados de Tailandia.
Habrá que desayunar como un rey y tomar el primer avión hacia Bangkok.