Anoche la final del programa televisivo MasterChef arrasó con la audiencia en TV y en Twitter. Fue uno de los temas más comentados en esta red social porque ya nadie entiende ver la tele sin comentar lo que le parece.
A esta nueva forma de ver la televisión en la que se rompe la dirección única del mensaje, pues los telespectadores pueden comentar lo que ocurre e incluso interaccionar con quienes lo realizan a través de sus perfiles en Twitter se llama Televisión Social y ya en España supone el 32% de los tuits que se escriben en las horas punta o prime-time.
Es una nueva forma, mucho más divertida y crítica de ver la tele, que además la está haciendo resurgir. Pero lo más importante es la capacidad de reflexión que permite leer los comentarios de quienes ven el programa.
La semifinalista del programa Masterchef recibió anoche como regalo un trabajo por un año para cocinar en una cadena hotelera en México. Y aquí se encendieron los comentarios ácidos. Ya no regalan como en otro históricos concursos de la televisión en los años ochenta un coche o un apartamento en la playa. Ahora se regala trabajo. La televisión sigue viva y reflejando la realidad social: hoy por hoy, un trabajo es un regalo, aunque sea fuera de España.
Me enganché tarde al concurso. No sé muy bien el motivo pero no me atraía. De hecho, sólo he visto los dos últimos programas. Y, ayer, lo que más me sorprendió (sin conocer nada de su vida y milagros) fue el tremendo alegrón que se llevó Eva. Saltó presta a los brazos de su contrincante gritando: «¡ tenemos trabajo!». Realmente
Impresionó. No es para menos tal y como está el patio.
Un trabajo es un trabajo y ojalà que le vaya bien.
Pero uno no puede, en homenaje a la historia del concurso televisivo, dejar de lamentar lo kitsch que habría sido la adjudicación de un chiringuito en la playa de… Torrevieja, Alicante!!
jajja, yo me lo quedaba fijo!!
La alegría de los concursantes no viene porque le den un trabajo para un año. La alegría viene porque van a poder seguir aprendiendo, formandose y van a cobrar, gracias a los 3 meses de formación en MasterChef.
O alguien piensa todavía que podrían trabajar en cualquiera de los sitios que les han ofrecido si no tuvieran esa formación?
Antonio, en 3 meses se han conseguido convertir en cocineros profesionales y ha sido gracias a la formación intensiva y su esfuerzo, claro está.