Ayer me preguntaba Ivo, estudiante de cocina en la Escuela de Hostelería de Majadahonda qué era eso de una receta canalla. Yo creo que, sinceramente, la que se hace con intención canalla o en momentos fuera de contexto y canallas. Hoy llegué tarde, tras mil cervezas, risas y amigos (sin descuidar las redes sociales, que para eso soy fan) y de pronto me apeteció el calor de algo rico, lo que los americanos llaman «comfort food». Comencé ya algo tarde un guiso de rape (es mi pez fetiche como para Lucy Belda el bacalao). Poché cebolla, añadí pimiento verde, tomate y azafrán de Jiloca. Luego fumet de pescado y dejé cocer en ello unas patatas de Galicia (a falta de las de Canarias). En los últimos seis minutos y tras aromatizar con tomillo y laurel, añadí las rodajas de un señor rape. Y ese fue el resultado, un guiso de rape a medianoche que me hizo sentir en casa en plan canalla.
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