Acabo de recibir una carta de un lector de El Chef ha muerto y creo que merece la pena publicarla:
Leemos en la solapilla del libro de Yanet Acosta: “… El Chef ha muerto es su primera publicación no académica y con ella inicia la serie del investigador Ven Cabreira”. Bueno, no es un mal comienzo el de esta joven escritora para iniciarse en las lides literarias y en un género bastante recurrente como puede ser el policiaco. Y, si ahondamos más, con un contenido, el gastronómico, muy de actualidad en estos tiempos.
Tampoco podía faltar en ese género su especie protagonista, un detective, Ven Cabreira, buen trasunto del Carvalho “montalbanesco”, quien, con todas las características al uso (desapegado, antihéroe, con un oscuro y triste pasado…), y alguna otra más peculiar o disparatada que sirve al que esto escribe para entonar su “mea culpa” por el desconocimiento de algún vocablo (es el caso de la palabra ageusia), se embarca en la aventura de desentrañar la muerte del cocinero más importante del momento; eso sí, con ayuda de una periodista que ejerce de feliz contrapunto en las labores de investigación y que nos pueden recordar vagamente otras parejas policiacas famosas (Sherlock Holmes-Watson, Hércules Poirot-Hastings, Guillermo de Baskerville-Adso de Melk…).
Con estos elementos la acción transcurre con vocación decididamente viajera, de aquí para allá, siempre con el epicentro en Madrid, en donde algunos lugares se hacen reconocibles con muy poco esfuerzo; y todo ello al servicio de una sátira más o menos benigna, o por lo menos, de una ironía que critica los aspectos más exagerados y extravagantes del “mundillo cocinero” actual. Trufado todo, claro está, de abundantes situaciones de enredo, jocosas unas, equívocas otras.
¿Y las maneras? Aunque pongamos algún pero a la edición (no habría venido mal alguna revisión del texto antes de pasar a la imprenta), la escritura digamos que se hace fluida, discurre bien, gracias a un lenguaje de frases cortas, directas, con algunos rasgos de estilo (como terminar cada capítulo con el título del mismo) y una narración en presente que conviene de muy buen grado a este tipo de novela negra, que anuncia nuevas entregas, tal y como señala en el prólogo Carlos Salem, personaje ya muy fogueado en los quehaceres literarios: “…se ganará [Ven Cabreira] en poco tiempo un lugar entre nuestros detectives imprescindibles”.José María Nieto