El sábado 28 de abril fue un día grande. Un deseo canalla cumplido, casi a un año de que El chef ha muerto haya salido a la venta, la periodista y amiga Nuria Mayoral lo presentó en la FNAC de Castellana en Madrid con la frescura del primer día.
Nuria me contó que al leer la novela por segunda vez cayó en las múltiples lecturas de la historia y el buen rollo que desprende.
Y para mí, el buen rollo no se tiene por qué oponer al género. Se puede pintar lo más negro de la sociedad con suspense y humor. Y, además, hacer brotar el entusiasmo cuando se toca fondo.
Durante nuestra charla posterior con los escritores Pedro de Paz, Marcelo Luján y Kike Ferrari fue Pedro quien lo dijo bien claro: el género negro se ha extendido a todo (no hay novela histórica sin suspense) y la evolución es hacia la esencia.
Yo lo tengo también claro, en estos tiempos líquidos, la novela negra se aleja de la norma, del cliché. Refleja a la sociedad con una visión actual, donde las rubias asesinan y los machos se prostituyen. Un género que ahora escriben hombres y, también, mujeres.
Gracias a Tiramisú entre libros por organizar este lío y a mi colega Laura Muñoz por la foto.
[…] esta novela me flipa por su ritmo en presente furioso pero reflexivo, por su estilo que supera las limitaciones del género y porque jode de lo que habla, la trata de mujeres como ganado, y la estupidez del hombre que lo […]