Cuando empiezas, a veces, no paras. En Los Ignorantes conocí la referencia de Maus, un cómic Premio Pulitzer en 1992, que marcó un punto de inflexión en la historias de las viñetas. El autor, Art Spiegelman, narra la biografía de su padre, un judío en Auswicht. Caracteriza a los personajes como animales, según su nacionalidad o religión. Los judíos son ratones y jamás pensé que los trazos de las caras de ratones pudieran ser tan dramáticas.
Muerte y hambre, marcan una historia en la que su autor tampoco escatima en emoción al mostrar a su padre víctima, pero también verdugo por su racismo frente a los afroamericanos.
Son muchas las viñetas impactantes de este cómic, pero una especialmente se me quedó grabada: en un tren, judíos encerrados mueren sin poder salir de él. Unos sobre otros, sin nada que comer ni beber durante días.
«No sabes lo que somos capaces de hacer con hambre», dice el padre al hijo, autor del cómic.
Y es así como se me ha despertado la curiosidad por saber más sobre el hambre: a ver qué dicen los antropólogos en el Curso de Verano de la Complutense.