Los castigos de Víctor Hugo con un Côtes de Castillon 1998, para compensar la sequedad literaria; y Proust o Flaubert con un Sauternes (Château Caillou 1989) es el nirvana. Sin embargo, a Marguerite Duras hay que acompañarla con un Musset, porque con un Gewurztraminer puede ser una «horrible falta de gusto».
Esta es la primera clase magistral de Robert a Phillipe Manche, el protagonista de La gente honrada, una novela gráfica del belga Christian Durieux y el francés Jean-Pierre Gibrat.
Después de Los ignorantes, he empezado una búsqueda que una cómic o novela gráfica y gastronomía y vino. Con este libro, que en España edita Norma Editorial aunando la primera y segunda parte publicadas en el original en francés en 2008 y 2010, me topé gracias a Chus y Alfredo de la librería Burma de Madrid.
Es una historia triste, pero optimista y muy actual. Un tipo, superada la cincuentena, se queda sin trabajo y se hunde en la miseria en un París frío de invierno. El anuncio de que va a tener un nieto le hace cortarse el pelo y la urgencia de su compi de piso de 20 metros cuadrados porque se busque la vida, encontrar un trabajo de camarero. Después de obrero de la construcción y, más tarde, de peluquero.
En esa búsqueda vital se encuentra con un librero que le da al vino, igual que él y con el mismo objetivo: huir de la realidad. Solo que el librero le añade literatura y estética. Y esta es la diferencia. A malos tiempos, buenos vinos y mejores libros, porque aunque sea al peso:
«¡Siempre encontrará algún libro descorchado para usted!»
Al final te vas a aficionar a los cómics 🙂 3po.