Ni Twitter ni Facebook. Es Whatsapp, la aplicación móvil de mensajería instantánea mediante la que se pueden enviar fotos, vídeos, emoticonos, ubicación, etc. lo que arrasa entre pequeños, grandes y mayores. Y su uso lleva a sorpresas…la última, cómo funciona de bien para asesorar en la cocina.
En una noche canalla me comprometí a hacer una paella para 30. Cuando llegó el día me di cuenta de que lo máximo que había conseguido era hacer una para cuatro personas, así que busqué mentalmente dónde encontrar ayuda, pero ni recetario, ni blog ni aplicación culinaria me sacaban del problema, excepto contactar con alguien que supiera de esto.
Entonces whatsappeé al periodista alicantino José Ramón Navarro Pareja para que me diera su opinión y extraje que la paella puede tener mucho de zen, pero sobre todo, ojo. Así que me puse manos a la obra y paso que daba, paso que fotografiaba para que el ojo del asesor funcionara.
«Pon crujiente al pollo y luego a los lados de la paella y sigue con el sofrito. Cuidado, mucho aceite veo ahí, quita un poco. Pon más verduras. No, guisantes, no (bueno ya es tarde). Ey, no tanto tomate (tarde, pero bueno). Y lo más importante, céntrate en lo tuyo, que es una meditación. Y cuando hierva todo 45 minutos, añade agua y calcula que sea tres veces más que la cantidad de arroz que se añada (2 kilos). A ojo, claro. Y después 20 minutos más».
El reposo hizo el milagro final y la asesoría, como siempre, la mejor la del ojo humano, aunque sea al Whatsapp.