El Día del Libro me gusta celebrarlo paseando, viendo, ojeando y escuchando. Así que primero me paseé por el centro de Madrid (Gran Vía, Callao y Sol). Puestos en la calle, pocos mirando y menos comprando.
¿Es la crisis económica o es la crisis del libro? ¿O son las dos?
La noche la pasé en la Librería Burma, y allí, aunque menos movidos que el año pasado, sí que se vendían, sobre todo, cómics y novelas gráficas.
Y más tarde me fui a El Dinosaurio todavía estaba allí. Lecturas de poemas y de relatos cortos. Una gran parte de los participantes eran escritores y poetas publicados. Y una gran parte de los espectadores, también eran escritores y poetas publicados.
Allí se venden libros, pero anoche, se vendieron sobre todo cervezas. Y los poemas y relatos se leyeron casi todos sin papeles, desde el móvil.