Hay historias que impactan, pero cuando dejan de estar en el día a día de los medios se olvidan. Eso ha pasado en cierta forma con el seísmo que sufrió Japón el 11 de marzo y que su población aún sufre.
En esta ocasión fueron dos cocineros japoneses los que nos recordaron a un puñado de periodistas que fuimos a una cata de sake en la residencia del embajador el pasado viernes, 25 de noviembre, cómo está la situación.
Mikiyasu Sakata, propietario y chef del restaurante Ginza Kansei, de Ginza (Tokio) estuvo un día antes del seísmo en la región afectada. Es una de las que más visitaba en búsqueda de los productos para su cocina.
En cuanto pudo regresó para apoyar a la gente y, desde entonces, va una vez al mes para dar de comer a la gente afectada que aún vive en refugios.
El sake tiene entre 15 y 16 grados .Hay 1.700 bodegas de sake que elaboran entre 10 y 20 variedades de sake.Las fragancias, sabores y sensaciones al beberlo es lo que diferencia unas variedades de otras.El sake se elabora de una forma muy sencilla con agua, arroz y levadura. Lo complejo es la elaboración en la que depende el porcentaje de grano de arroz utilizado y la forma de fermentarlo.
La elaboración del sake se hace en equipo y el enólogo, que es su líder, a lo que mayor importancia da es a la armonía de sus trabajadores, porque sin ella no se puede obtener un buen sake.Los principios de las bodegas de sake son disciplina, tranquilidad y apoyo, los mismo principios que demostraron los japoneses tras el terremoto del 11 de marzo.
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